A sus 94 años,
Maurice Blanchot pensó
(o recordó, no lo supo)
un atardecer sobre el Sena
que vio en 1944, en junio.
Ese día vio también
su vida frente a sus ojos
y me gusta creer que dijo:
“morir sin meta […]
pensar tal como se muere[…]
pensar como morir […]
pensar solo es ascención
o decadencia”.